La ternura
de tus manitas
llenas de tinta
dejando huella
en el papel,
tú llanto de vida
en la calurosa noche de marzo
rompiendo el espeso silencio,
tú piel suave
sintiendo el aire
por primera vez,
la continuidad de lo que soy
y he sido
volviéndose a prolongar
desde el alba
de los tiempos,
caminos de infinitos
primeros alientos
reflejados en ti
mi niña
tierno lienzo pintado
con el amor de mi pueblo
amor que me agobia
y que sale unas veces
reflejado en las dulces amarguras
de pobre sediento
de redención
y está vez
se ha mostrado
en tú
carita estranochada
de contadora de estrellas
en el cielo
de la placenta
de tú madre,
te añoraba
sin haberte visto
María
María José
como añoro la María aquella
que atesoraba recetas
para curar males
del cuerpo y el corazón,
te he esperado
como espero el día
de volverme a quedar
dormido en el regazo
de mi madre,
te he buscado
en tantas caras
pequeñas como la tuya
que reflejan
ternura
y a la vez
medio milenio
de oprobios
y despojos,
te he tenido
tan cerca
y tan lejos
hasta que hoy
he llegado a la cima
caminando con tus piececitos
que habrán
de abrir
trochas,
caminos
y veredas,
te esperaba
María José
como espero cada
3 de enero
la piñata colgada
en el techo
cerca del centenario
tamarindo de mi niñez,
piñata comprada
con lochas,
nicas,
medios,
reales
y uno que otro
Bolívar
por la
vieja
aquella que me ata
a un pasado
que se declara
enemigo eterno
del olvido,
no llores
María José
como yo lo hago
ahora
en este momento;
llora sólo
cuando sea
estrictamente necesario
llora
cuando te caigas
en tus juegos infantiles
o en tus primeros pasos,
no llores jamás
de amargura
porque ese llanto
corrompe la vida
y deja el alma
desolada,
cae y levántate
sin importar
que te caigas
con el mismo obstáculo,
llora
cuando tengas
el corazón herido
no te tragues
ese tipo
de dolores
porque envenenan el espíritu
y dejan ciega el alma,
no acumules más riquezas
que las amistades
sinceras,
ríe siempre
contra la hipocresía
de los seres humanos,
come
cuando te de
la gana
y te pegué
hambre
jamás comas
porque es la hora,
hay muchos
en el mundo
que pasan
toda la
Vida
esperando la hora
de comer
y está nunca llega,
jamás te inclines
a favor
de la mentira
di siempre
la Verdad
y aprende a leerla
en los ojos del mendigo.
Enfurécete con la injusticia
pero sin dejar
que la ira
te ponga
oscuro y obtuso
el corazón
y la mente.
En fin
vive,
ama
esa es la conseja que te doy
y por sobre todo
jamás dudes
que te amo.
30 de marzo de 2006.
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